El adiós

Era una tarde cálida de primavera, con los ojos llenos de lágrimas esa joven se quedo con un adiós pendiente en su corazón, con el celular en la mano no contuvo el llanto en esa estación, donde estaba rodeada de gente ansiosos por llegar a su destino.

De lejos una señora que la miraba se acerca y le dice:

- Los corazones rotos se pueden reparar, pero el que te hizo daño tarde o temprano lo lamentará- entregándole un pañuelo continúa- Así que limpia esas lágrimas y que nadie te vea llorar, porque la vida es sabia. ¿sabes? después de una tormenta siempre sale el sol.

De repente se escucho el sonido que anuncia la llegada del siguiente metro, la señora se aleja pero antes la mira y le dice:

- y no te arrepientas de lo vivido, son estas situaciones las que te hacen madurar y que luego disfrutes aún más lo bueno que vendrá.

Se sube al metro y la joven con una leve sonrisa se despide moviendo la mano. Las puertas se cierran y la estación se queda en silencio, vacía. Se limpia las lagrimas, respira profundo, toma su celular y borra un contacto. Así se libero de un mal amor, de esos tormentosos pero que de todas formas quedan guardados en tu interior.